lunes, 14 de junio de 2021

Sobreviviendo a la soledad para que no se me olvide

Como me ocurre a menudo, recurro a la escritura para seguir conociéndome y seguir aprendiendo. 

Como cuesta sacar de dentro lo que fluye, hay que seguir usando algunas herramientas, recursos que nos sirven como canal de comunicación. Este blog es muy importante por eso. Pero para crear contenido me estoy sirviendo del concurso de relatos de la radio. 

Aquí los últimos . Espero que sean del agrado y merezca vuestro interés, no una pérdida de tiempo.

 Título: Supervivencia

La rata sonrió en aquel momento, arrinconada en la nevera, al verse descubierta. Los bigotillos de apenas tres pelos se movían inquietos, arriba y abajo, y me mostraba abiertamente las dos paletillas sobre su puntiagudo hocico. Busqué un trozo de queso y se lo mostré, las bolitas de sus ojos se iluminaron, dando a entender que le apetecía mucho ese manjar.
No sería mala idea adoptar una rata como mascota, parece simpática; y qué más da una que otra, aunque Micifuz, de cuerpo presente, no me lo habría perdonado en la vida.

Título: Querida soledad

Si no, me habría vuelto loco, después de 24 días con sus noches, confinado en la cabaña del abuelo, alejado de todo, en medio de la nada, solo y rodeado de naturaleza; pero la lluvia apareció de pronto y con ella las goteras. Por fin obligué a mi cuerpo a levantarse del camastro para buscar cómo contener aquel emparrado en que se convirtió la techumbre de la choza.
Entre los montones de revistas, periódicos y demás papeles, un curioso envoltorio de piel atado con una cuerda me llamó la atención. Guardaba unas cuartillas encuadernadas con este título: "Consejos para no volverse loco".
Y empezaba así:
-Primero, deja de no hacer nada, capullo.


Título: Que no se te olvide

Cariño, tenemos que hablar, decía la nota que asomó por debajo de la puerta de la habitación 22.
-¿Qué misterios son estos ahora? Si acabamos de hacerlo hace un momento en el paseo de la tarde…
-En fin, voy a ver qué quiere.
Salía de la residencia saludando a la hermana Socorro que, desde el mostrador de la recepción, sonreía a sabiendas de todo.
-Voy a visitar a Ana, que me ha llamado.
-Tenga cuidado, Francisco.
Con su andar titubeante, apoyándose en su viejo bastón de acebuche, echó a andar por la alameda camino del cementerio cercano a charlar con su esposa. En realidad, iba a encontrarse con su tumba.

4 comentarios:

Ester dijo...

Si yo fuera jurado tendrías premio pero cómo no lo soy te dejo un abrazo y buena escritora

Campirela_ dijo...

Lo primero que leerte nunca es una perdida de tiempo dicho esto sino reviento ajaja paso a comentarte tus tres micros.
Geniales esa es la palabra, la ratita se hizo querer;Una manera de que la soledad este acompañada es haciendo cosas, ajja; y el tercero es pura ternura. Así pues adjudicado el premio es tuyo. Un saludo y de verdad están muy bien, felicidades, cree un poco más en ti.

Albada Dos dijo...

Es un gusto leerte, esa rata pro mascota es uy buen texto, con el gato en casa. Los dos restantes, de la Ser, me han encantado

Un abrazo

Siby dijo...


Muy lindo visitarte, leerte
y seguirte.

Besitos dulces

Siby