martes, 7 de diciembre de 2021

Nacen de la imaginación

No he contado aquí todavía la razones que me motivan a escribir relatos cortos como los que más abajo transcribo. Me he planteado siempre escribir, pero no sé exactamente qué. Muchos quieren o ansían escribir un libro, el libro de su vida, algo con lo que perpetuarse eternamente. Yo no lo veo así, me parece algo imposible, lo de perpetuarse digo, escribir un libro sí que está al alcance de muchos. Aspirar aspiro a escribir; por eso, construir historias breves, intensas, lo más imaginativas posibles es mi razón. También quiero aprender a escribir mejor. Hay infinidad de maneras de hacerlo y sólo apuntaré dos, leer mucho y soñar, en el sentido de inventar desde la imaginación.

Aquí lo he intentado, porque esto que he escrito antes lo he soñado, construido mentalmente, vivido en la imaginación. 

De camino sigo, semana tras semana, cumpliendo con la obligación de mandar mis relatos al concurso de la radio. Me parece una iniciativa que motiva a escribir, planteando historias que puede que se escondan en algún recóndito lugar de nuestra mente, de nosotros mismos. 

Espero sea del agrado vuestro, lectores que caéis por aquí.

 Título: ¡Verás que se aporrea!

El bueno de Juan quiso ser camionero, pero se quedó en camión. Sus frágiles piernas, más de goma que de huesos, pronto echaron a circular. Resoplaba Juan ligero de carga, bocina en mano y libre de frenos por las empinadas calles del pueblo.
Mis ojos de niño le vieron años pasar una y otra vez, sin llegar a comprender su incansable propósito de rodar y rodar.
Volví al atardecer a aquellas calles, ahora solitarias, distraído en el recuerdo de Juan con el resonar del claxon y su frenar ante mi obstáculo; pero era el camión de la basura que me estampaba contra la pared.


Título: Un ramito de violetas

Pero es su letra, la misma del papel que hace mucho encontró en su bolso. Entonces alguien había escrito versos de una canción que se oía en todas las radios.
Hace tiempo que recibe cartas de aquel extraño, cartas llenas de poesía, que le han devuelto la alegría.
Ese desconocido, que la observa a diario, ve cruzar la calle su frágil talle y andar ligero, ve como entra en el bazar y en la ferretería y regresa pronto.
Ya en su casa, cambia el timbre estropeado, coloca el flamante jarrón en la mesa; pero la voz del demonio de su marido la paraliza.


Título: Condición humana
Cogí semillas de zanahoria y me puse a sembrar en un trozo del jardín de enfrente, ahora abandonado por la desidia municipal. Hice lo mismo con pipas de calabaza, de girasol y otras plantas hasta ocupar un considerable espacio del mismo.
El vecindario pronto mostró señales de controversia, tanto por las ventajas como por los inconvenientes que el huerto acarreaba, sobre todo a la hora de recoger los frutos.
Las suspicacias y las disputas no tardaron en aparecer, hasta se establecieron turnos de vigilancia nocturna. Cuando el vecino del 4º apareció atado a un árbol con una zanahoria en la boca, fue entonces que se sacaron las escopetas.


Título: Ocupados
Quizás sea mejor no llevarles la contraria, por si acaso se arrepienten. Son buenos chicos, trabajan mucho, siempre corriendo, sin apenas tiempo para ellos. Además, con dos niñas pequeñas tan inquietas. A mí no me importa cuidar del jardín y a ti la cocina te ha encantado siempre. Ahora están más tranquilos desde que llegamos a la casa, ya va para más de tres meses, en verano, cuando ellos estaban de vacaciones.
Estaba pensando en que deberíamos contar a nuestros hijos que no nos admitieron en la residencia con nuestra pensión tan baja. Pero no le diremos que llegamos aquí forzando las cerraduras como hacen los "okupas".




4 comentarios:

Recomenzar dijo...

Muchos quieren o ansían escribir un libro, el libro de su vida, algo con lo que perpetuarse eternamente. Yo no lo veo así, me parece algo imposible, lo de perpetuarse digo, escribir un libro sí que está al alcance de muchos. Aspirar aspiro a escribir; por eso, construir historias breves, intensas, lo más imaginativas posibles es mi razón.
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Leerte fue leerme a mí
Es como haber encontrado el alma gemelo del escribir.
Decime mas de vos
son
tantos lo que me escriben que a través de los años confundo los momentos
Gracias por haber vuelto, v desde la arena en la playa de Miami te mando mi recuerdo

Campirela_ dijo...

Muy buenos y me parce bien todo lo que cuentas no todos los que escriben quieren ser escritores con libros publicados, solo el hecho de que la escritura te haga feliz es más que suficiente motivo para charlo. Tus tres micros son todos buenos es como tres hijos con cual me quedo, con los tres.
Y sigue dando guerra a los de la Ser, si tienen un mínimo de sensatez alguna vez te elegirán. Un abrazo.

Ester dijo...

"Hay quien tarda dos años en escribir un libro, yo por 20 euros me los compro escritos" perdona la broma. Escribir y escribir, no siempre es necesario encuadernar lo escrito, y mas ahora que tenemos blogs donde todo queda guardado, escribes bonito y cuando quieres, hoy tres relatos a cual mejor, te los aplaudo y te mando un abrazo

Albada Dos dijo...

Me han gustado todos, esos inicios de La Ser son como que un pistoletzo para la imaginación, y en estos cuatro textos, con el límite de las cien palabras, consigues relatos muy buenos.

Un abrazo, y felicidades por gozar escribiendo. No hace falta más