Cuesta imaginar en una sociedad desarrollada, avanzada y
moderna que existan islas de subdesarrollo, retraso y miseria. Pues, existen en
la realidad de este primer mundo.
Situémonos en un barrio de Sevilla, porque allí se dan esas
circunstancias. Y en el centro del barrio, el colegio público Andalucía, que
trabaja con los hijos de esa realidad.
Hace años el barrio era diferente, ha cambiado con el
tiempo. Ahora la mayoría de los vecinos son casi exclusivamente de etnia
gitana, que viven en condiciones precarias y continúan aferrados a una cultura
peculiar y a un modo de vida dedicado a oficios más bien marginales, sin apenas
seguridad económica y protección.
Naturalmente el centro educativo sufrió el cambio social.
Primero, fue cerrar las puertas y protegerse de las
agresiones al profesorado. Pero había que adaptarse a la realidad e intentar
cambiarla. Se empezó por entreabrir las puertas, lentamente el barrio fue
entrando; primero, las mujeres, en ocasionales encuentros para solucionar
problemas. Luego llegaron los hombres.
Sintiéndose acogidos, los padres entraron en las clases. Se
hicieron las primeras asambleas y muchos encuentros informales. La dirección y
los profesores con la ayuda de una ONG hicieron el resto. Se cambiaron muchas
actitudes, de la agresividad pasaron a la concordia y al entendimiento.
Definitivamente los profesores se sumaron a un proyecto de
innovación que les venía como anillo al dedo: Otra forma de trabajar, la
comunidad de aprendizaje.
Los alumnos ya no ven acortadas sus posibilidades, se
adaptan los currículos a sus intereses y así se consigue que avancen y no se
sientan frustrados. Y lo más importante, al interesarles la escuela, se ha
reducido el absentismo notablemente. Si se abordan temas tan acuciantes como el
casamiento de las niñas gitanas o la problemática del comercio ambulante, se
está cumpliendo con uno de los objetivos fundamentales de la educación, formar íntegramente
y preparar para el desenvolvimiento en la sociedad, mejorando la calidad de su
educación y permitiéndoles el pleno desarrollo como personas.
La metodología es importante, porque se implantan
iniciativas de éxito que están avaladas por estudios científicos innovadores.
La escuela se convierte en un laboratorio que investiga y acomete proyectos
adaptados a su realidad. Así sólo se encuentra el camino adecuado, no como
antes que todo venía impuesto por la tradición educativa que ignoraba la realidad.
Afortunadamente, las expectativas en la comunidad escolar
han cambiado, muchos quieren seguir estudiando, rompiendo así con la tendencia
a seguir como siempre había sido, girando en la noria que lo hicieron sus
padres, abuelos, bisabuelos…desde tiempo inmemorial.
En definitiva, la escuela es ahora el lugar donde se pueden
cumplir los sueños.
7 comentarios:
Realmente magistral lo que nos dices y cuanto queda hacer en este pleno siglo XXI. Pero como vivimos en una sociedad individualista, egoísta, hipócrita, soberbia, envidiosa, etc. Parece que lo dices es de la época del Lazarillo de Tormes. Menos mal que en este relato acaba todo muy bien después de luchas arduas por parte de personas valientes y esto en menor o mayor grado está repartido por toda la geografía de España. Dices verdades como templos y ojalá esto sirva para que muchas personas tomen conciencia de ello.
Gracias por compartir este gran relato del cual sé que es una realidad porque hay cuestiones similares en cualquier esquina de España.
Un fuerte abrazo, Mateo. Ya sé que tienes poco tiempo. Pero vale más esto que 1000 poemas del tema que sean. Feliz semana y Bon Nadal !!!
Hay que darle a cada escuela lo que necesita, y es importante la implicación de los padres, sin ellos el proyecto tiende a fracasar. Un abrazo
En tanto desorden social es magnifico leer un texto donde haya esperanza para ver como las cosas con paciencia y perseverancia da su fruto buenos para todos. Me alegro que así sea. Un abrazo
La etnia gitana tenía unos prejuicios hacia los estudios tremendos, poco apoco, y con el esfuerzo de maestros y centros, la edad de abandono ha ido subiendo. No hay más que incorporarles, pero con lo métodos y complicidades deseables, si no, no funciona la integración, que fíjate, a veces dudo de si nuestro estilo de vida es mucho más sabio.
Un abrazo
Tal vez mi comentario no te salga. Admiro esos cambios con la etnia gitana. Si bien integrarles en nuestro estilo de vida, no soy capaz de jurar que necesariamente sea lo mejor.
Un abrazo
Deseo que tengas una Feliz Navidad y que todos tus proyectos y deseos se cumplan en el próximo año.
Me alegra volver a verte por la blogosfera.
Besos.
Te he recordado ¿como estas?
Andas perdido muchacho
pero te he vuelto a encontrar
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