Algo tiene la feria de Alozaina que atrae especialmente. Puede ser que las semanas que han transcurrido del mes de julio hayan generado unas espectativas de fiesta muy grandes.
Pero es el carácter abierto y acogedor que nos caracteriza el que permite una fiesta que disfrutan tanto o más los que nos visitan, sean conocidos o no, que los de aquí.
Desgraciadamente muchos nacidos en Alozaina se marcharon a otras tierras en busca de trabajo o por diversas circunstancias familiares. Es, pues, un motivo para volver que llegue la Feria. Tanta alegría da regresar al pueblo como recibir a los que llegan, por parte de familiares y amigos. Echarse a la calle y compartir copas, besos y apretones de manos es el alma de nuestra fiesta.
Llegados los días señalados, en torno a los días 25 y 26, que son las festividades de Santiago y Santa Ana, los "pecheros" se echan a la calle y juntan los días con las noches.
La noche de la "víspera", jueves 24, con el pregón, la coronación de los reyes, también unos infantiles, y su cortejo de damas, los fuegos artificiales y la apertura de la Caseta Oficial en el Parque, es el comienzo y no se para hasta el final, en la mañana del lunes 28.
Los primeros actos se han celebrado en homenaje a los "mayores", donde se han dado cita, como viene siendo habitual, muchos mayores de los pueblos vecinos. Se trata de una fiesta cargada de años donde se agasajan y se invitan a los que viven la fiesta más despacio.
Este año ha venido la Feria con los días justos: Una noche de víspera y tres días de fiesta.
Como es tradicional, no han faltado las procesiones de los patronos: Santiago "cohetero"el día 25 y la muy querida Santa Ana. ¡Cuántas Ana en este pueblo!
Muchas de ellas llevan en volandas a su patrona y la acompañan por las calles en la cálida tarde del 26 de julio.
De la de este año, yo destacaría la Feria de Día. A pesar del calor, no se ha bajado de 35º a la sombra, la Plaza y el primer tramo de la calle Mesón han estado a rebosar todos los días. Gracias al microclima, que el Ayuntamiento ha instalado bajo los toldos, con un sistema de pulverización de agua, la fiesta se prolongaba toda la tarde. No se han olvidado de obsequiarnos a todos con abanicos y sombreros que apaciguaron los rigores.
Con los sones de la orquesta "V Generación" y el buen hacer de los hermanos de la cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno que nos refrescaban y alimentaban sin descanso, la alegría se adueñaba de los corazones y levantaba los cuerpos para bailar y dar palmas.
Especial encanto ha tenido las actuaciones de los grupos de baile "Arte y Salero" "Las Canasteras" y "Salerito". Y no quiero olvidarme de la sempiterna Banda de Música de Alozaina, tan estrechamente unida al pueblo y a la Feria.
Y como olvidar las veladas de música y baile en ese escenario sin igual del Parque Mirador, verdadero balcón del valle que nos permite ver el mar en los día claros. De madrugada las orquesta nos saca a bailar y hasta que no salga el sol no se acaba de hacerlo. Eso sí son los jovenes los que nos van dando el relevo, pues a los ya veteranos nos apremia el cansancio.
Y con la traca final se cerró la Feria de este año. El que viene, Dios dirá.
Los que la vivieron, la disfrutaron. A los que no la conocen, el año que viene os esperamos.
¡¡VIVA LA FERIA!! y ¡¡ FELIZ AÑO!!
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