domingo, 31 de julio de 2022

Aquellos veranos

Afuera, en la calle, hacía un calor que derretía las piedras; pero adentro, en la planta baja de la casa donde crecí, corría una leve brisa al estar las puertas abiertas de par en par. Como suele ocurrir en estas tierras del sur, el verano llega antes de tiempo y alarga su visita más allá de septiembre. Conforme se entra de la calle, solía estar mi madre retrepada en su silla. Ahora la recuerdo dormitando con la labor de costura en su regazo y el pantalón al que le alargaba los bajos colgando hacia un lado. Eran tiempos de escasez donde la solidaridad familiar permitía que los escuetos vestuarios fueran pasando de primos a primos, de hermanos a hermanos, con sus correspondientes arreglos, claro. En esas tardes de vacaciones y permanente calor, yo consumía mis sueños de adolescente tirado en una vieja manta, a la que le puse una gastada sábana para evitar la raspa de la lana, allí donde la corriente refresca el ambiente de la casa. A un lado yacían libros de aventuras, tebeos de lo mismo y hasta una fotonovela en francés que hurté a mi tío con la excusa de ampliar vocabulario, pero en la que yo admiraba escenas de sexo inocente, besos, abrazos, frases de amor con las que presumir en el instituto… En la casa de mis años mozos, todavía no había entrado el televisor. Pero un transistor a pilas de marca alemana, sí. Éste hacía las delicias de la tarde... -¡¡¡Ayyyy, la novelaaa!!! -se removía mi madre en su asiento, y casi se cae. Era la hora en que daban la radionovela. Saltó de la silla y corrió a darle al encendido. -Esta novela ya dura mucho, años, ¿verdad? -le digo todas las veces que comparto la escucha de su romántica afición. -Sí, ¡¡¡pero es tan bonita!!!! -A María, de "Simplemente María", le pasan todas las vicisitudes habidas y por haber, y no es feliz. Pero mi madre espera que ella cumpla sus sueños, que de justicia merece toda mujer. Es decir, ser amada, correspondida por el hombre de su vida, aunque ese sea un vaina de tres pares de narices. Los diálogos aquellos me aburrían mucho y la manida banda sonora martilleaba incesantemente mis deseos de concentrarme en la lectura. Buscaba otro rincón de la casa, más tranquilo. Allí, donde mi cama luce su mullido colchón de lana, me solía tumbar a leer o a rematar la consabida siesta estival. Cuando acababa la novela radiofónica, mi madre solía cambiar a la emisora que difunde la música más actual y que sabe que me encanta...La canción del verano iniciaba su andadura y, escalando posiciones, Formula V…
Y la tarde no dejó de avanzar y se fue perdiendo, como el tiempo más precioso, el de la juventud… Todavía no hay una chica que me espere, sólo amigas con las que intercambio tebeos, paseos al caer la tarde y algún cigarrillo que yo sólo les sostengo, por si aparece alguien vigila y lo va contando a los padres. Eran tiempos algo oscuros, raros, si los contemplamos en la perspectiva de los años transcurridos, donde las chicas se escondían para fumar y los chicos alardeaban de ser ya hombres con el pitillo en la boca. Pero yo nunca fumé, sólo aquel día que al hijo de un tal Juan Cano se le cayó un paquete de Celtas Largos sin emboquillar. Menuda borrachera nicotínica me cogí, me iba a morir de náuseas y malestar. Ese día compartí el paquete de los 19 cigarrillos -el que faltaba era el que se había fumado él- con tres de mis amigos. Nos fuimos bajo las higueras.., de las que otras veces nos fumamos sus hojas secas, insípidas, sólo humo.., para fumar de verdad, tragando el humo hasta dentro. Como rajaba el pecho, cuántas toses, vómitos...ya no lo volví a hacer más, porque desde entonces odio el tabaco. Y así fueron pasando las tardes de aquellos días de verano. Eso sí, endulzadas por aquellos polos de fresa que mi madre hacía con leche y sirope de fresa...Más de una vez me comí literalmente una bandeja del congelador, y claro, también me cogía una anginas de caballo que me daban para unas cuantas noches de alucinaciones por la fiebre y otros tantos días de cojera por las inyecciones de penicilina. En este día ya de verano pleno, lo recuerdo todo vivamente..,señal inequívoca de que me voy haciendo viejo. Dicen eso, dejas de ser joven cuando sólo recuerdas que lo fuiste un día.

martes, 7 de junio de 2022

Relatos del futuro no muy lejano

Hace ya un tiempo de verano por estos rincones del sur de España. Se habla mucho del cambio climático y cada día veo más claros sus efectos. No sé si vamos camino de la destrucción del planeta, pero no hay duda de que iremos a peor.

Los relatos que transcribo tratan un poco de eso y de lo que ya es pan de cada día...la deshumanización y la ceguera que nos afecta a estas sociedades que dicen desarrolladas. 

Son producto de mi imaginación, pretenden ser literarios y fantásticos y consecuencia del reto que me he marcado de escribir a partir de unas frases ya dadas. Han supuesto para mí un ejercicio creativo de tres semanas para, como sabéis algunos, un concurso de radio en el que participan cientos de oyentes. No he sido seleccionado hasta ahora, pero lo importante es lo que esto significa para mí.

En fin, espero que gusten o, al menos, haya merecido la pena leerlos .

Un saludo afectuoso



 Donación interesada de órganos

"Hígado con destino a Houston", en el pie de foto. La instrucciones fueron muy claras: Ganarse su confianza y acompañarle al centro médico. Todo por mil dólares, gastos y los billetes de avión.
Siempre falto de dinero, aceptaba cualquier encargo o se prestaba a investigaciones médicas bien remuneradas.
Entabló fácilmente conversación durante el vuelo. Le pareció un tipo afable, no muy simpático y más bien feo. Todo iba sobre ruedas hasta llegar a aquel hospital. Allí creyó despedirse con un abrazo, pero un pinchazo en el cuello le hizo ver un cambio drástico de planes: de vigilante a vigilado y por un módico precio.


Evolución

"Puro código y algoritmos, la fórmula mágica para educar a sus hijos".
A Laura y Javier ser padres les venía demasiado grande y aceptaron entrar en el programa EDUCARE sin pensarlo. No les extrañó lo de tener que insertar un dispositivo minúsculo bajo la piel de sus dos gemelos. Pronto vieron resultados sorprendentes, sus bebés progresaban que daba gusto.
En poco tiempo, las familias pusieron sus vidas en el revolucionario programa que les facilitaba la vida. Se hicieron habituales en los corrillos de wasap los comentarios acerca de los avances infantiles:

'''Ay, mi Erik, si maneja los mandos de la tele sin soltar las manos del biberón !!!'''


Su Tierra Prometida

Dominaremos juntos el universo, se conjuraron los miembros de la Comunidad de Liliput protegidos en su intranet.
Los enanos, expulsados de las ciudades, buscaron refugio en aldeas lejos de las burlas y el rechazo. Así fue como miles de diminutos repartidos por el planeta lograron apartarse del resto de comunes, que los ignoraban. Vivieron conectados entre sí y abiertos al espacio exterior, empeñados en mandar mensajes a seres extraterrestres. Aspiraban a viajar a otros mundos donde el tamaño no importara.
Cuento esto cuando el fin de la humanidad es inminente. La especie desaparecerá, aunque los enanos escaparon, ya no siguen aquí.

jueves, 19 de mayo de 2022

Relatos cortos: Celindo en mi jardín

                                                     
Parece evidente que me he propuesto escribir sólo relatos cortos de hasta cien palabras. Me entusiasma la idea de escribir encorsetado en esos límites, porque me obliga a contar una historia ahí, dentro de esa botella de cristal en la que sólo caben un puñado de palabras. También el hecho de tener que iniciar el relato con una frase ya determinada dificulta el ejercicio creativo, pero así el esfuerzo y el resultado pueden resultar más satisfactorios.

Contaré un secreto, siempre supongo que lo lograré, pero casi hasta última hora, el jueves a las 12:00, no consigo enviarlo. El parto dura varios días desde que se lanza la frase inicial, desde el lunes al jueves, hasta dar a luz. A veces me desvelo y en plena madrugada me hallo componiendo mentalmente el puzle, luego intento escribirlo en borrador y finalmente lo cierro, la mayor de las veces con cien palabras justas. Pero no se os ocurra contarlas. 

Bueno, espero os resulten interesantes mis criaturas. 

Un saludo

 Título: Visión panorámica

Entonces seré yo quien necesite un amigo imaginario que alivie mi soledad, porque aquí sólo veo fantasmas que viven en su ínsula particular: el abuelo ya sólo habla con Dios desde su ceguera infinita; como la abuela, clamando en su infierno de voces y lamentos. Y estos niños, que ya no juegan en un nuevo mundo de espejos rotos, de mentiras y "likes". Pobre madre, buscando un momento de paz y descanso que nunca halla ni en sueños.
Y yo, que sigo aquí, aunque me fui demasiado pronto, sufro por ellos, encerrado en este horrible retrato de boda y esto no hay espíritu que lo agua
nte.

Título: Alguien lo hizo

Recorro su cabecita con mis membranosas manos hasta taparle la boca y la nariz, ella no puede respirar bajo el agua.
Las nutrias que vigilan el pantano pueden socorrer a quienes sumergen por sorpresa sus cuerpos, a saber porqué.
Ayudan a los desesperados que quieren salir a la superficie; los otros, esos que se hunden como piedras sólo ansían el silencio del fondo.
Esta niña blanca y huesuda de ojos grandes y largos cabellos, que brillan como el sol, ya reposa a salvo junto a los juncos de la orilla. Aún un hilo de sangre recorre sus muslos y unos moratones florecen en su rostro.


Título: En un futuro no tan lejano…

…los siguientes serían los niños, pero ahora son ellos, Fátima y Karim, que esperan en el consultorio. Saben que, si no lo hacen, tendrán que regresar a su lugar de origen. No están preocupados por el abuelo, lo dejarán en paz, dicen que sería un despilfarro gastar recursos en él, no le interesan los viejos.
Cuando les llega su turno, rezan calladamente en dirección a la sala de curas, temen que ya no lo puedan hacer más. Después de esta intervención, le aseguran que tendrán trabajo al entrar en el sistema como ciudadanos de pleno derecho. El chip prodigioso les hará al fin libres.