sábado, 12 de junio de 2010

Coplas, romances, historias del abuelo.

Siéntate y ve despacio...
Me dice el abuelo cuando le urjo para que se levante. Me hace gracia y le digo que tengo que ir a trabajar. Pero él continúa, entonando una coplilla.
Siéntate y te contaré ...
- Ja, ja, ja...Canta -le digo-... mientras, preparo el desayuno.
Es la historia de un molinero, casado...y la de su mujer...
Como todos los domingos, a la iglesia fue Isabel.
De regreso a su casa, a su marido le dice...
-Siéntate, marido mío, siéntate y te contaré... En la iglesia esta mañana, el cura me quiso pisar el pie.
-Déjale que te lo pise, déjale,. y nos dará bien de comer.

Al domingo siguiente, de nuevo, a la iglesia fue Isabel.
-Padre cura, lo que usted quiere, en la iglesia no puede ser. Eso en mi casa ha menester...
Estaba el cura "pelando el pollo" con la molinera, muy entusiasmado, cuando
pegan en la puerta...
- ¿Quién...? -dice ella.
......
-Padre cura,... mi marido. ¿Dónde le ocultaré?
-Méteme en ese costal y me arrimas a la pared.
Entrando José por la puerta, lo primero que ve... Del cura, la chaqueta colombiana y el sombrero calañés.
-¡¡Isabel!!...¿Qué es aquello que se mueve, pegadito a la pared?
-Marido mío, fanega y media de trigo, que han traído a moler.
Se acerca el molinero para ver qué clase de trigo es. Le tienta la coronilla al cura...
-¡¡Hombre, padre cura, ha venido usted muy bien.
La mula del molino ha enfermado y hay faena que moler.
Al tiro de la tolva, a la una lo amarran... y lo sueltan a las tres...
Sale corriendo hacia la iglesia, parecía que llevaba el demonio en los pies.
Cuando a la
iglesia otro día, vuelve Isabel,
a la sacristía al cura fue a ver...
-Padre cura, mi marido, que a casa vuelva usted.
-Váyase tu casa al infierno, tu marido y tú también. Una vez que fui a tu casa, me pusisteis como una mula a moler... Allí perdí los zapatos y hasta las uñas de los pies...

Historias como ésta, me cuenta, la cantaban sobre todo las mujeres mientras realizaban diversas tareas de recogida en el campo. Así, las aceituneras, agrupadas en cuadrillas se pasaban el día entre romances y coplas. El abuelo recuerda bien aquella época, con memoria brillante. Y yo no dejo de disfrutar con él cuando las rememora.

En los años 70, muchos grupos musicales se dedicaron a recuperar canciones del folklore popular. Más abajo, si se quiere, se puede escuchar una muestra.


13 comentarios:

Sandra Figueroa dijo...

Mateo, que bonita historia nos a contado, historias como esas se repiten por todos lados, creo que son historias ciertas. Un gusto leerla, te dejo un beso, cuidate amigo.

Anónimo dijo...

ayyyy, Frasquito es un tesoro...

Anónimo dijo...

Hola Mateo
me ha gustado mucho tu post sencillo y breve, pero lleno de sabiduria , de la de antes.
Tienes una gran suerte de tener un abuelo asi y aun conservando su buena memoria, que te dure muchos años mas asi como esta, al menos.
Un saludo
Juani

Alimontero dijo...

Qué bella historia costumbrista Mateo.. me ha encantado. Es que los tiempos, fuera de la ciudad además, han cambiado tanto.
El "desarrollo" transformó tambien a la sociedad primero y así el mundo completo.
En el campo no existe la prisa...las cosas van al mismo ritmo de la naturaleza.
Hoy por eso estamos como estamos...
todo es inmediato y desechable...
Si vuelves a tus raíces verás que la cosa es diferente.

me encantó, como siempre, leerte!

Cambiaste tu presentación, eh?
Besitos mi querido amigo..

Ali

MaLena Ezcurra dijo...

Caminar por los espacios de tu casa es encontrarme con esas pequeñas cosas que me llenan el alma.


Un largo abrazo Mateo.


M.

Camy dijo...

Todas esas canciones o romances, tienen una base tan real como los refranes populares, serán contados o cantados por la gente llana, pero encierran toda una verdad...
He sonreído al leer y también he imaginado al cura al lado de la burra, ¡se lo merece!
Un beso

Ángeles Mª Merino Ruiz dijo...

Hola Mateo!
Me he sonreído leyendo tu historia.
Ahora comprendo cuál es el origen de la frase que usan algunos de mis primos cuando dicen "esta noche voy a moler"...
Ya se ve que por aquí aún se utiliza esa expresión con doble sentido...
¡Qué bueno escuchar historias de las personas mayores! Yo, por desgracia he perdido a mis abuelos y abuelas, pero recuerdo aún algunas de sus historias.
Un abrazo.
Ángeles.

Amelie dijo...

Interesantes siempre las historias del abuelo.

Qué afortunado eres de tenerle. Lo sabes ¿verdad?.

Una cosa que me llama mucho la atención, en este mundo de locos en que vivimos que siempre vamos con prisas, es que para las personas mayores su vida va a otro ritmo, el tiempo parece que no corre, que no importa, y eso me gusta. Mucho mejor que vivir con prisas.

Un beso.

Clarice Baricco dijo...

Me has hecho recordar las historias de mi adorada abuela.
Es tan lindo lo que escribes y poder sentir que de repente, uno lo vive.

Besos amigo.

MAR dijo...

QUE LINDO POST, ME VOY CON EMOCIÓN.
Besos para ti.
mar

Hipatia dijo...

Me encantan los cuentos populares! Gracias Mateo. ¡Jarcha! qué tiempos aquellos, qué inocentes éramos ;)))
Un beso desde la Enter.

Steki dijo...

Qué linda historia, Mateo! Tan fresca, tan natural. Es lindo irme con esta sensación tan placentera después de haberte leído.
Beso para ti, amigo.
STEKI.

irene dijo...

Me encantan estas historias y estas coplas, son preciosas, lástima que se vayan perdiendo, me ha gustado mucho leer tu escrito y recordar esa canción.
Besos, Mateo.