viernes, 16 de octubre de 2009

Otoño frutal


Ya se va apoderando de nosotros lentamente. Es el otoño.
Aún hace calor, pero por las noches refresca. Los días irán perdiendo su brío y las noches descubrirán su encanto.

El otoño nos traerá a buen seguro una buena dosis de
melancolía y recogimiento.
Antes de eso, ya nos dio sus regalos más dulces y deliciosos. Frutos que nos alegran el paladar. Aceitunas, higos y granadas son de una exquisitez inusitada.
Pero otros muchos también nos harán disfrutar de sabores intensos:
La uva moscatel es de un dulzor extraordinario. Las castañas asadas junto a la lumbre, un cálido manjar. Carne de membrillo untada en pan, alimento para el alma.

El final del estío nos deja los olivos sedientos, pero poblados de su codiciado fruto. Las aceitunas, todavía verdes, son objeto de la primera recolección.
Se denomina verdeo al sencillo arte de recoger del árbol el fruto todavía sin madurar.
Sólo se cogen las verdes del tamaño adecuado y se desechan las dañadas .
Es necesario hacerlo así, porque si están maduras ya no se podrán partir.

Todos tendrán la imagen de las aceitunas en el envase: verdes, orondas, finas y brillantes...listas para comer. Sin embargo, si buscamos el oro líquido de sus entrañas, el aceite, habrá que esperar a su maduración. Entonces se oscurecerá su piel y su cuerpo perderá elasticidad.

La preparación, o aderezo,de la aceituna verde es pura artesanía. Olvídense del encurtido a base de sosa cáustica que presentan las embutidas en botes, latas y bolsitas tan comunes en
las tiendas. Esas no saben naturales, pues fueron cocidas en una sustancia química.
La costumbre más tradicional es la conservación en salmuera -agua salada
en un porcentaje de entre el 6% y el 10 % de sal.
Luego de partidas con un golpecito de maza, se sumergen en la salmuera. En una garrafa, o en una orza, se preservan de la luz y se dejan fermentar lentamente. Para comerlas se aliñan con plantas aromáticas como el tomillo o el hinojo. Añadirles unos dientes de ajo, pimientos rojos, rodajas de limón u hojas de laurel ya es el gusto de cada uno.
Pasados unos días ya están listas para comer.

La higuera, que no dejó de madurar sus higos todo el verano, nos dará un bocado exquisito. Pocos placeres se pueden comparar con la de echarse un higo fresco a la boca de mañana y recién cogido del árbol.
Los "higos de la reina" o "higos del moro", como se conocen por aquí, son muy apreciados. En su punto de madurez los vemos rayados, tersos y jugosos por dentro. Les quitaremos la piel como si de un plátano se tratara, pero con suavidad, y los llevaremos enteros a la boca para que se deshagan como polvo de estrellas en el universo de nuestro paladar.
Éstos de la fotografía los recogí hace unos días. Fue llegar a casa, mostrarlos y desaparecer al instante.
La higuera, como la vida misma, nos muestra sus frutos. Los tomaremos o no, pero desaparecerán si no, porque son efímeros.

El fruto de la granada es originario del Asia Central. Son los bereberes quienes traen esta fruta a Europa.
En el siglo X, se funda la ciudad de Granada y se le da ese mismo nombre. Luego fue extensivo al mismo reino, tan ansiado por los reyes cristianos.
Y muchos pueblos han visto en la granada un símbolo de amor, fertilidad y prosperidad.
Es una fruta que contiene múltiples efectos positivos para la salud. Además es de agradable sabor y muy entretenida para los niños. Desgranarlas en un plato puede ser una manera divertida de comer y compartir.
Particularmente me agrada desgranarla y comerla a puñaditos, dejar los granos ir deshaciéndose en la boca y masticarlos hasta hacerlos desaparecer por la garganta.

Me ha venido esta canción caída del cielo. En ella se traen frutas tropicales, el contrapunto ideal para fusionar tierras y culturas. No es mala idea sentirnos unidos en el placer de la fruta.





He aquí una muestra de la variedad de frutos y frutas que pueden encontrar en el valle del Guadalhorce, en Málaga, España.

12 comentarios:

Clarice Baricco dijo...

El otoño es mi estación favorita.
Me abriste el apetito. Quiero todo lo que mencionas, jejeje...Eres un buen chef.

Abrazos.

PD. Sí, sí te recordé cuando vino Lila. Y cantó Paloma negra y otras más. Entre 18 y 19 canciones.

Steki dijo...

Qué lindo, Mateo!
Tú con la belleza del otoño y yo con la belleza de la primavera.
Un fuerte abrazo y beso para ti, compinche.

Sandra Figueroa dijo...

Por aca tambien estamos en Otoño y mi alma llena de melancolicos recuerdos en tardes lluviosas. Me facina esta estacion el año. Muy buena informacion que nos brindas y lindas imagenes que se antojan. Besos, cuidate mucho.

Sonia dijo...

Pués me han entrado ganas de probar esas aceitunas, y de postre unos higos.

Besos.

irene dijo...

Me gusta el otoño, me invade una dulce melancolía, me parece la estación más romántica del año, con su colorido lleno de múltiples matices de ocres y marrones, me encanta, aunque a veces me entristrezca, contradicciones del ser humano.
Y por supuesto, todas esos frutos y frutas que nos trae, aceitunas, higos, granadas, uvas...

Anónimo dijo...

Hola Mateo: siempre es grato leerte para mi.Es verdad que el otoño es rico en toda esas cosas que has nombrado, a mi me encanta las granaas como se dice aqui, tienen un sabor ummmm, son entetenidas de pelas, porque ya sabes bien que sus manchas no e quitan, pero una vez que consigues pelarlas, te las comes a puñados, es un placer comerlas, es verdad!!!y los higos maduros, jooo!!!!lo pela como los platanos, como tu bien dices.Y que me dices de las nueces! y de las castañas ufff! callaa!!! el otoño, es una de mis estaciones preferidas por eso no me da pena que el verano se vaya.Ademas, siempre me gusto volver al colegio, lo peor fue de mayor que no me gustaba volver a trabajar jejejejpero bueno, la vida es asi y es el ciclo de la vida y la naturaleza es sabia y es bonita.
Siempre aprendo de ti, y eso que vivo en tierra de aceituna, no sabia lo que era el verdeo.
Me gustp leerte una vez mas.
Hasta otra amigo

Alimontero dijo...

Que lindo es llegar a tu casa, sentarse un buen momento contigo y escucharte decir todo lo que aquí he leído...;-)
Dios!! será porque disfruto de la naturaleza y sus regalos para nosotros....porque me "voy a las nubes" con sus aromas y sabores...además que siento que entregas tu corazón en cada palabra en cada denominación...si hasta quedé con sabor en mi boca...

Gracias Mateo, eres un cielo, gracias por el disfrutar de este momento!

Recien voy a subir una entrada, seguro que hoy...
He estado alejada del blog y amistades por trabajo, estudios y pmo viaje...tengo que dejar todo listo...;-)


Una bella y "sabrosa" semana para tí...

Ali

balamgo dijo...

Hola Mateo:
Muy agradecido por la visita. Me encanta que te guste Aleixandre.
El post tuyo sobre el otoño, es magnífico, lleno de dulzura.
Un abrazo.

Sara Royo dijo...

Un post estupendo. Me chiflan los higos y adoro los olivos... has dado en el centro.
Besicos.

Anónimo dijo...

El otoño no es mi estacion favorita, pero los frutos que en ella se recogen si que me gustan, esceptuando los higos que no me gustan nada...
saludos

Sandra Figueroa dijo...

El Otoño siempre sera mi estacion favorita. Un gusto saludarte, te dejo un beso, cuidate.

la_gaviota dijo...

HUMMM QUE GANAS DE PROBAR LA GRANADA, A MI TAMBIEN ME ENCANTABA COMERLA DESGRANANDOLA, TIENE UN JUGITO, QUE CUANDO EMPIEZAS NO PUEDES DEJARLA, ES UNA EXELENTE FRUTA, A MI ME GUSTA MUCHISIMO, EN PERU, YO PODIA VER UNAS GRANADAS IMENASAS DEL TAMAÑO DE UN COCO, MUY RIKAS Y NATURALES, AQUI EN CANARIAS (TENERIFE) POCAS LAS VEO, LA OTRA VEZ VI, PERO ESTABA MUY CARA, NO ME LA PUDE COMPRAR, YA HABRA DINERO PARA COMPRARLA, JEJEJE, BUENO CON ESTE POST TUYO, SE ME HIZO AGUA LA BOCA, JEJEJ MUACKK, AINSSS XXDD Y A HORA QUE HAGO, TENGO GANAS DE COMER GRANADA................ MUACKKKKK